Cuarta carta:
25 de abril de 2018
Querido Ben:
Al mes de que Sophie se sumergiera en cuerpo y alma en su investigación llegó una inesperada visita a las excavaciones. No vino directamente (creo que estuvo buscando a Sophie y a Eli en la ciudad), pero tuvimos noticias suyas unos días antes de su llegada al campamento donde Kenstein realizaba las investigaciones. Esta persona misteriosa no es otra que Jules, el amigo de la infancia de Sophie. Me pareció muy extraña su llegada, ya que se produjo después de una carta de mi querida amiga donde le explicaba las distintas fases del proyecto y lo que podría hacer cambiar a la humanidad (también citaba los ingresos económicos). Me dirás que este no es motivo suficiente, que puede simplemente que la echara de menos. Bueno ¿entonces por qué no acudió a la llamada de auxilio que Sophie le hizo durante nuestras investigaciones con la momias? ¿Cuando nadie aparte de Eli no apostaba nada por ella? ¿No estás de acuerdo conmigo en lo curioso del asunto? En mi opinión esa es la buena amistad, la de confiar en alguien sin reservas y ayudarle en lo posible con sus sueños. Dar sin esperar nada a cambio y sé (sin dudarlo) que si ahora mismo yo te necesitara tú, mi querido confidente, lo dejarías todo para ayudarme en mi tarea.
En aquellos momentos solo veía a Sophie cuando Eli la obligaba a salir de su laboratorio para comer, dormir o ir a dar un paseo. El problema no era otro que el que Kenstein estaba tan extasiada y maravillada con los resultados que le daba su trabajo que ni siquiera en esos momentos, dejaba de hablar de ello. Debido a este hecho yo estaba más o menos al día del experimento y sabía en todo momento como avanzaba la "construcción de la criatura". En aquellos momentos todavía me permitía dudar sobre la capacidad de otorgar vida a un cuerpo inerte, por el contrario cuando conversaba con Eli me hacia dudar de mis pensamientos.
- !Lo tiene, Kate!- me decía con su cara radiante de felicidad, para que te hagas una idea, la misma expresión que teníamos ambos el día de Navidad hace solo unos pocos inviernos.- ¡De verdad! Lo va a conseguir, va a salvar a la humanidad. ¡Podremos hacernos ricos!- esta última afirmación me chocó un poco, pero supuse que era por la emoción del momento.
Tres largos meses después por fin la interminable espera finalizó para alegría de todos. Sophie no nos permitió acceder a ver al nuevo ser, tuvimos que esperar otra larga semana. Durante esta semana se dedicó a explicarnos (tanto a Jules, a Eli como a mí) cómo debíamos comportarnos con la criatura, nos contó que al ser nuevo en el mundo podía asustarse con facilidad y que no nos permitía entrar en el laboratorio donde estaba situado porque, aunque tenía conciencia propia y realizaba las mismas funciones y comportamientos de un ser humano, si por algún casual tocábamos algo de la CPU podríamos resetearlo lo que acarrearía terribles consecuencias en su actitud.
Siempre recordaré la primera vez que lo vi. No parecía en absoluto uno de esos robots o androides que aparecen en las películas, parecía completamente humana, porque sí, he olvidado citarlo pero era del sexo femenino. Era algo más alta que Sophie que, mientras nosotros nos quedábamos admirados, ella sonreía divertida. La robot nos miraba con timidez, era morena y tenía en sus ojos marrones una expresión de absoluta intriga. Lo único que nos hacía ver que no era de nuestra especie era su tono de piel, amarillento. Jules le preguntó por ello a Sophie, Eli y yo no podíamos siquiera pensar en hacer algo tan mundano como hablar, en mi opinión en aquel momento lo único que consiguió fue romper esa atmósfera de misterio y expectación.
- No he podido conseguir quitar el color de la arena de su cuerpo, porque por si no os habéis dado cuenta la arena es el elemento fundamental después de los nanobots. Muchísimas gracias Kate, sin ti Criature, que ese es su nombre, no habría existido nunca - estas fueron exactamente las palabras que utilizó Sophie. Si te digo la verdad ese tono de piel no creaba repulsión sino todo lo contrario la hacía parecer mística e incluso legendaria.
En la próxima carta te contaré el desarrollo de esta nueva criatura que puede ser el descubrimiento científico de la época.
Te doy la información poco a poco para que no te empaches y te ruego que hasta que no acabes de conocer toda la historia no se la cuentes a nadie.
Kate Walter.